- Hace 20 años: los teléfonos móviles eran auténticos ladrillos con muchas limitaciones de batería y alcance. Internet era algo para entendidos en informática que muy tímidamente iba entrando en las casas. Las conferencias telefónicas eran las de toda la vida, se cobraba "por pasos", y toda la red fija funcionaba de manera analógica.
- Hace 10 años: los ladrillos se habían convertido en zapatófonos que cada vez eran más pequeños, aunque no mucho, y aunque ya eran comunes, seguía resultando raro ver a la gente hablar por la calle. El uso de los teléfonos para tráfico de datos empezaba tímidamente: nos bajábamos juegos y tonos. Internet ya era algo bien conocido aunque la banda ancha en todos lados esta aún distante. La conexión media rondaba los 128Kbps. Las primeras comunidades de la web a nivel mundial ya eran una realidad. Google era un buscador novato, y la wikipedia no existía, por cierto. Las llamadas telefónicas se cobraban por minutos. Los principales canales de flujo de comunicaciones ya eran sustituidos por fibra óptica, no así el resto de la red.
- Hoy: los teléfonos móviles son cada vez más pequeños, más versátiles, sirven más para cursar tráfico de datos casi que de voz y cualquiera tiene ya uno al menos. La banda ancha se pretende establecer como un derecho universal. La velocidad media de ésta es ya de 10Mbps, y sube rápidamente. Internet es parte de la vida cotidiana de la mayor parte del mundo desarrollado. La infraestructura de cobre ha quedado reducida al último tramo, de la casa del abonado a la central de telefonía. La telefonía fija deja de cobrarse por minutos, y aparecen las tarifas planas en todos los ámbitos, no sólo en la conexión a internet, sino en la voz. La telefonía sobre IP ocupa un amplio volumen en internet mediante programas como skype.
- Dentro de 10 años: los móviles habrán evolucionado por completo a terminales personales multipropósito, avanzando por la misma senda que llevan actualmente, hasta ser el punto por el que la persona se conecta al resto del mundo de manera íntegra: consultar información, comunicaciones de voz y vídeo, geolocalización, de la misma forma que ahora sólo lo hacen los smartphones. La velocidad de acceso a internet dejará de importar como actualmente porque la mayor parte de la infraestructura de cobre habrá sido sustituida por conexión de fibra óptica hasta la misma casa, lo cual puede llevar perfectamente la velocidad media a 100Mbps o más con las nuevas fibras que se desarrollan actualmente. Los teléfonos fijos de casa pasarán a funcionar mediante voz sobre IP en su totalidad, convirtiéndose en un ordenador más conectado al router doméstico y por tanto dejando de facturar particularmente en modo alguno: al fin y al cabo, usarán igualmente internet para funcionar y no la red de teléfono fijo tradicional. Esto hará que en todas las casas haya un router incorporado que será tan natural como lo son los paneles de conmutadores y diferenciales eléctricos: será un aparato genérico que realizará una función estándar, una commodity más, no un plus que te regala el operador al darte de alta.
- Dentro de 20 años: no será concebible salir a la calle sin tu comunicador, será una parte más de nuestra realidad. Probablemente quede incorporado a la ropa de alguna forma, no algo que se lleva en el bolsillo. La posibilidad de brazalete con pantalla que la ciencia ficción a veces muestra no es tan disparatada, menos aún ahora que hay pantallas flexibles. La conexión con internet (término que probablemente ya habrá desaparecido, siendo sustituido o simplemente obviado, dada la universalidad que la red habrá alcanzado) será omnipresente y contínua a través de este comunicador, ahora que la mayor parte de la población habrá crecido en un mundo donde la electrónica está en todas partes, a diferencia de la población actual: prácticamente todos seremos nativos digitales.
Me encantaría saber si estás de acuerdo o no con lo escrito, si añadirías o quitarías algo.
3 comentarios:
Quizas se podria contemplar no solo que los comunicadores fueran accesorios o algo insertado en la ropa, sino tambien en el propio cuerpo, como resultado de los avances en biotecnologia (si realmente suponemos que avanza a buen ritmo).
Probablemente para algo más adelante, pero sí, no lo descartaría. Buena idea.
En este aspecto, el futuro ya ha llegado.
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